



Nombre: Shion
Apellido: Okami
Edad Aparente/Real: 19-650
Origen: Reino de Hielo
Sexo: Masculino
Altura: 1, 87
Peso: 80
Orientación sexual: Hetero
Ocupación: Guardian del Reino de Hielo
Shion, un niño nacido del amor entre una simple humana que se convirtió en una maga de leyenda y un Okami que acabó siendo un Dios tras ascender. ¿Que clase de sorpresas le sucederían al hijo del fruto de estos seres excepcionales?
Cuando Shion nació Hajil sufrió bastante, al no ser un niño normal fue una tortura sacarlo de allí para una simple humana, por fortuna esta disponía de su magia, la cual calmó el dolor de inmediato, incluyendo los llantos del bebe peliazul. En cuanto este nació su madre ocultó su rostro con una mascara, un objeto que fue un regalo de Okami, para preservar el legado que ahora tenía decidió protegerlo y tratarlo como si fuese un niño cualquiera, este se encariñó tan rápidamente con aquella mascara que al ser recien nacido cubría todo su rostro que en seguida se puso a jugar con ella.
Al tener 5 años este quería jugar con los demás niños del Reino, pero...Era diferente, aunque supiesen que era hijo de la Reina Maga el tener una mascara hacía que tuviesen temor por el, no querían ser embrujados, se contaban leyendas de que su madre había perdido el juicio y el tuvo que pagar inconscientemente con los pecados de su madre y por la ignorancia de otros muchos. Se contaban leyendas de lo que el Reino antes era, un lugar tranquilo donde reinaba la paz, ahora apenas podían salir de ese lugar.
Cada día desde que el chico tuvo esa edad su madre le entrenaba en las artes del cuerpo a cuerpo, convirtiendolo en alguien de quien Okami, su padre, estaría orgulloso. 5 horas diarias de magia y otras 5 horas de entrenamiento físico, debía fortalecer su otra forma, pues esta apareció cuando menos lo esperaban, no tenían idea de cuando aparecería la primera transformación.
A los 15 años Shion formó parte de una cacería junto a sus jovenes aprendices, a esas edad ya era todo un general y comandaba expediciones a los territorios del Reino, nunca se adentraban más allá del Bosque, no era su territorio, quizás algún día disfrutaría de su legado...Pero ese día aún no había llegado.
Cuando se internó junto a Zeron, Bork y Velhim para cazar un Austeros, vivían en las cuevas de hielo, tenían una resistencia increible al frío a Shion le comenzó a doler la cabeza, cosa que ignoró y desde luego le pasó factura, iban a enfrentarse contra el Austeros más longevo de todo el Reino de Hielo, al ser tan jovenes y no disponer apenas de los grandes dones Zeron, Bork y Velhim que les otorgaría Hajil cayeron agotados tras los golpes del Austeros, cuando este fue a arrancarle la cabeza a Shion para añadirlo a su colección el Okami cambió, se colocó la mascara en su rostro y finalmente se convirtió, el enorme golpe que la bestía sacudió sobre el joven resultó ser realmente patético, bien es cierto que le hizo un rasguño en el ojo del que brotó un poco de sangre, pero nada doloroso, desde luego, frente a el ahora se encontraba un enorme lobo blanco, pero no uno cualquiera, este iba a dos patas y de sus brazos emanaban unas grandes garras azules que salían de sus codos flexionados, su longitud era hasta mas allá de la mano y más allá del hombro, bastantes grandes y transparentes, acuchilló al Aurus con ellas y le arrancó el cuello con sus poderosos colmillos, tan rápido y letal como debía ser, se giró hacía sus soldados y en lugar de darles una reprimenda hizo una reverencia de agradecimiento por sus servicios prestados, estos sabiendo que aun era su superior solo correspondieron a la reverencia, Shion se fue de la cueva solo y sin nadie más sumido en sus pensamientos, al fin había asumido quien era y se acababa de dar cuenta, las leyendas que se contaban de que su madre fueron ciertas, se enamoró de un Dios Licántropo y concebieron al joven chico.
Fue una transformación indolora, de eso no le cabía la menor duda, pero el que iba a saber, gracias a que poseía magia no sufrió apenas daños en aquello, si realmente supiese que realmente era algo más doloroso quizás lo había reconsiderado un poco más. Cuando la transformación cesó estaba algo agotado por lo que puso rumbo a casa, una vez allí comprobó que sus tres soldados y amigos estuvieron a salvo, contando las azañas del Okami a los más cercanos a ellos.
Shion: Madre...¿Porque no me contastéis nada?
Hajil: Tu Padre no se encuentra con nosotros, Shion, no quería que tuvieses que soportar esa carga tu solo, ya tengo suficiente yo...
Shion: ¡Pero es mi Padre!
Hajil: ¡Por supuesto que es tu Padre, Shion, tu representas mucho para este Bosque lo hice por tu seguridad!
Shion: Decidme al menos que el estaría orgulloso de mi, Madre...
Hajil: Estaría más que orgulloso de ver a su hijo convertir en lo que te has convertido, por fin vas a comprender lo que es ser un Okami, llegará el día en que tengas que dejar este Reino, pequeño...Cuando llegue el momento tendrás que acudir al Bosque.
Shion: ¿Cuando llegue el momento, que momento?
Hajil: No lo se, Shion, hijo mío...Pero si se como es tu Padre, estará deseando conocerte.
-Una pequeña brisa fría pero llena de calidez golpeó tanto a la Reina como a su hijo y ambos entendieron que se trataba de Okami, Hajil abrió sus labios sorprendida, con una sonrisa en ellos y Shion simplemente se giró hacía todas partes, una parte de el correspondió a aquella señal de su Padre, su otra forma lobuna estaba ansiando conocer al verdadero Alfa.-
Shion: El Bosque...Ahora todo tiene sentido, iré allí en el comienzo del Otoño, madre.
Hajil simplemente asintió aún con la sonrisa en sus labios, ahora ambos miraron al cielo en busca de otra señal que no llegó.



