

Nombre: Kai
Apellido: Okami
Edad Aparente/Real: 21-413
Origen: Bosque Alis Lithban
Sexo: Masculino
Altura: 1,70
Peso: 70
Orientación sexual: Hetero
Ocupación: Ingeniero


Cuando el pequeño Kai nació el que más esperaba su compañía era Haru. Fue un parto tan simple como el de su hermano mayor, con la única diferencia..de que el no recibió el Don Okami. Pues este le otorgó algo mucho más poderoso y que le haría falta a largo plazo. Para asegurar la continuación del Clan necesitaban a alguien bastante listo como para enmendar los errores de sus antepasados.
A una temprana edad, poco más de cuando la hizo Haru, Kai libró las Pruebas que el Alfa, su Padre le dictó, las cumplió totalmente a la perfección y sin fisuras, aunque de esa tercera prueba...La joven promesa Okami tuvo una reunión con Okami donde este le comentó el porque de su ``No Don.´´Este a regañadientes aceptó aunque si le hizo miles de preguntas que si tuvieron respuesta.
Más tarde, cuando el mal asoló aquel lugar, Kai no tuvo tiempo de defender su Aldea, todo fue arrasado en cuestión de minutos...Con suerte pudieron defenderse de las oleadas de enemigos pero murieron tantos...Que no lo pudo evitar, descargó toda su ira, odio y dolor hacía Haru, estaba ciego y no veía más de lo que su frustración sentía, pues se fué, a un lugar donde nunca podrían encontrarle. La gran Ciudad se convirtió de una forma temprana en el hogar del Okami. Este le otorgó a los humanos con lo que carecían, evolución y un cerebro que aseguraba el futuro de la humanidad. Estos no tardáron en otorgarle ayudas a Kai, este estaba revolucionando la industria de la Ingenieria.
Kai: Si quiero conseguir el objetivo que me propuse antes de dejar la Aldea no puedo detenerme en minucias y en pensar en los pros u contras...Mi Clan me necesita.
Se repetía el Okami una y otra vez en su cabeza, diariamente cuando el sueño y el cansancio aparecían en su cuerpo. Tras varios años de un avance realmente increible al final lo consiguió. Era de noche y tenía unas ojeras increíbles, se encontraba con una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones realmente bastante rasgados y llenos de grasa de los engranajes. Era una habitación únicamente iluminada por una bombilla, tenía su brazo totalmente extendido y en su otra mano se encontraba una jeringuilla, la cual tenía la clave para el nuevo ser en el que se iba a convertir el Okami. Tras unos segundos de duda puntuales se dio una bofetada y actuó, se colocó la jeringuilla en la vena y dejó que un pequeño líquido amarillo seguido de un chip se introduciesen en su piel, ya que esta era más resistente podía soportar el tema de que la aguja fuese más o menos grande.
No tardó en hacerle efecto, en su muñeca apareció un color dorado que iluminaba todo lo que correspondía a su trabajo, cerró sus ojos y tras concentrarse su cuerpo había desaparecido, lo único que se encontraba allí era el pero con una apariencia totalmente distinta. Su cuerpo se volvió dorado como aquella marca, incluídos sus ojos, pero lo más preocupante es que de cuello para abajo no había ni piel ni carne ni huesos lo único que se encontraba allí era un enorme trozo de metal, como si se tratase de un cyborg.
Kai: Lo he conseguido...
Cerró ambos puños con fuerza y pudo comprobar con tan solo aquello la fuerza que estos habían adquirido. Salió al exterior de la casa y con tan solo pensarlo voló, aunque...Fue algo desastroso pues al tener 0 práctica en ese campo el golpe fue grandioso. Cuando abrió sus ojos había recuperado su apariencia normal aunque el cambio es que la marca dorada seguía en la muñeca, aunque esta no brillaba y finalmente lo entendió. Solo se activaría si lo deseaba ejerciendo la fuerza necesaria en la marca. Sonrió realmente victorioso y se levantó para dirigirse a la cama, pues los días siguiente estarían llenos de cambios.
Tal y como predijo el castaño al día siguiente se encontraba realmente descansado y vigorizado, pues se puso a trabajar en su ``Otra forma´´ que denominó como ``Raime´´. Sin perder tiempo alguno se puso a trabajar en ello, pues en cuestión de..¿Semanas, Meses? Estuvo totalmente ausente de sus otros proyectos en la humanidad, solo tenía un Deseo y era restablecer el Clan.
Ya estaba listo otra vez, se colocó en el centro exacto de una nave industrial que compró con anterioridad. Fue tan grande que no se veía el final de esta.
Kai: Vamos allá...
Tras ya mentalizado de todo aquello cerró sus ojos y hizo lo propio, colocó los dedos sobre la marca dorada en su muñeca, hizo los toques necesarios en ella en puntos estrategicos, finalmente ejerció fuerza necesaria sobre el centro, cerró sus ojos y recitó las palabras.
Kai: Okami, tu me has otorgado este Don, permíteme devolverte el favor una vez más.
Y el cuerpo del castaño fue cambiando, su cuerpo fue cambiando lentamente sustituyendo su ropa por una armadura, dejando a la imaginación el interior de lo que llevarían estas, lo normal es que fuese la carne del Okami pero...No era así. Todas las piezas fueron encajandose unas a otras, los engranajes fueron juntandose hasta convertirse en un único artilugio, una armadura, un escudo, una maquina de crear y destruir. Cuando el castaño abrió sus ojos estos eran dorados como el oro, hasta que su cabello también fue cambiando de color hasta encontrarse realmente brillante.
Kai: Intentemoslo...
Elevó una de sus manos y tras aparecer en su mano una especie de silla en miniatura en forma de holograma el Cyborg lo repelió con su mano ejerciendo fuerza sobre ella, el holograma flotó hasta tocar suelo, en ese instante cerró el puño y se materializó una silla a escala real y totalmente de madera. Finalmente lo consiguió.
Kai: Okami, lo hemos conseguido, gracias por confiar en mi, este será el comienzo de la resurrección del Clan, lo devolveré a la normalidad con este Don que me diste.
Y así fue como hizo una pequeña muestra de su poder en aquella nave industrial, pues eso no era nada comparado con lo que realmente podía hacer, aunque eso era constancia que todo le era posible, cosas inimaginables y realmente increíbles crearía el Okami, así hasta conseguir su deseo, su sueño.
Volver a sentir la calidez de su Clan.
Kai: Esperame, hermano...Te debo una disculpa.


