El bebé lloraba descontroladamente cerca del Río donde fue abandonado, Okami le recogió y le crió como si de su propio hijo se tratase, cada día era una lección más para David, aprendía a cazar, a ser uno con la naturaleza y el Bosque...A sobrevivir siguiendo los pasos de Okami. Incluso conoció a Hajil pero las veces que se vieron fueron tan escasas...Que cuando Okami fue ascendido todo cambió por completo. Este antes de desaparecer le otorgó su ``Don´´ a su ahijado aparte de la ``Mordedura de la Licantropía´´. Al principio era muy confuso, no sabía que hacer, realmente estaba confundido y los primeros días ni siquiera tuvo apenas hambre, pero Okami se comunicó con el escuchandole mentalmente y le dio un discurso que le alivió, seguía vivo...Pero en otro lugar, solo le tocó aceptar su nueva vida. 

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Tras un trabajo de más de 50 años ya tenía con toda su gente el Clan montado, todo estaba siendo precioso y iba tal como imaginaba, incluso llegó a tener dos hijos Haru el mayor y Kai el pequeño. 

Poco tiempo después una terrible escasez de víveres asolaba la aldea, el Alfa David intentó hablar con Okami de forma desesperada pero...Este no le contestó, no podía hacerlo por temas de Dioses. Al encontrarse solo no vio otra solución que no fuese pactar con unos seres que realmente estaban...Endemoniados. Eran conocidos como ``Los Sanguinarios´´. El Trato era simple estos les proporcionarían una cantidad abrumadora de víveres a cambio de que los Okami les ayudasen con sus cacerías sobre los humanos cosa que David no pudo rechazar pensando en lo mejor para su pueblo, estaba seguro que Okami le habría dicho que hiciese aquello...Pero no podía ayudarle. 

Lo peor esque la cosa no acababa ahí, David tuvo que aceptar otro pacto, el bebería de la Sangre de su Líder, el ``Lord Ren'Ak´´ el motivo el lo desconocía, pero no era momento para lamentaciones. 

Al cabo de unas semanas David se empezaba a encontrar cada vez peor, es cierto que desde los inicios de las cacerías no salía caso de su cabaña, solamente entraba su mujer, Anne, para cuidarle y que mejorase. Su aspecto cada vez era peor, el tener que beber la sangre de aquel Líder realmente parecía estar consumiendole cosa que no revelaría a los demás por nada del mundo. Antes de fallecer llamó a su esposa, sus hijos y los Guerreros más fuertes del Clan Okami.

 

-David:  Yo puedo, yo puedo...Debo terminar. -Cogió aire.- Haru, guia al Clan hacía el camino correcto siguiendo los pasos que te dicte Okami...Una vez yo deje este mundo me reuniré con el y te estaré observando, más te vale no fracasar, eres el nuevo Alfa del Clan. Anne, lamento que me hayas tenido que soportar tanto estos años...Has sido una buena esposa, espero haberte correspondido como esperabas y por último...Kai, lamento no haberte escuchado, tenías razón en todo, Okami tenía razón, tiene un gran futuro creado para ti. 

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Tras aquellas palabras el primero de todos cayó, dejó de respirar dirigiendo una última mirada a todos al mismo tiempo y después su alma ascendió junto a Okami.